El caso del secuestro del empresario Erick Roberto Baeza Achá dio un giro decisivo tras la captura de varios implicados en operativos simultáneos en la capital cruceña. La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Ministerio Público allanaron siete inmuebles y lograron aprehender a Olimpia S. R., presunta dueña de la vagoneta usada para el rapto, al “pez gordo del narcotráfico” Clodoaldo Figueroa Saume, alias “el Tío Vago”, y a un piloto de aviación.

El 29 de julio, en el barrio Las Palmas, un grupo armado secuestró a Baeza. La denuncia fue realizada por su hijastro, Reny Pablo D. L., quien luego pasó a ser investigado tras descubrirse posibles nexos con los captores. 

El ministro de Gobierno, Roberto Ríos, confirmó que tanto el hijastro como los abogados que lo acompañaban —los hermanos Carlos Henry G. y Óscar Erwin G.— desaparecieron después de presentar la denuncia y no respondieron a las citaciones de la Fiscalía.

La vagoneta usada para el rapto, con placa 5996-FND, estaba a nombre de Olimpia S. R., quien cuenta con antecedentes por legitimación de ganancias ilícitas y estafa.

Olimpia fue detenida luego de que la Felcc y la Fiscalía allanaron siete inmuebles, que supuestamente pertenecen a ella. En dos de estas casa se encontró al peruano “Tío Vago”, con antecedentes por narcotráfico, y al piloto boliviano.

Pez gordo

Clodoaldo Figueroa Saume, alias “el Tío Vago”, considerado uno de los narcotraficantes más buscados del Perú y con antecedentes de fuga de prisión en ese país. Según inteligencia policial, formaba parte de una red dedicada a trasladar cocaína desde la selva peruana, procesarla en laboratorios clandestinos en Bolivia y enviarla a Argentina, Brasil, Chile y Paraguay.

Figueroa ya había sido detenido en Bolivia en 2019 bajo la misma identidad falsa de Rafael Cossio Limachi, según recordó en ese entonces el exministro de Gobierno Carlos Romero, quien lo sindicó de ser un “pez gordo del narcotráfico”. Informes preliminares lo vinculan además con Sendero Luminoso, lo que incrementa la preocupación sobre la peligrosidad de la organización.

Rescate millonario

Durante el secuestro de Baeza, los captores exigieron inicialmente $us 2 millones de rescate, monto que fue reducido ante la falta de respuesta de la familia. La Policía continúa analizando si las llamadas extorsivas y los movimientos financieros de los involucrados se conectan con otras redes de crimen organizado transnacional.

Las autoridades anunciaron que en las próximas horas se brindará un informe oficial más amplio sobre los vínculos de los capturados con los distintos hechos criminales en Santa Cruz. /El Deber