Tras diez meses desde sentada la denuncia, esta semana concluyó el juicio oral contra Orlando P.B.M., un profesor de Religión de 53 años de edad que fue declarado culpable de abuso sexual agravado a una estudiante de 16 años a la que agredió dentro del aula de clases a fines del 2024 y por ese delito ahora deberá cumplir una sentencia de 15 años en el penal de Morros Blancos.

Los antecedentes del caso revelan que incluso tuvo que intervenir un compañero de curso para defender a la víctima.

Proceso

La investigación arrancó el 15 de noviembre del 2024 en la cuando la menor se presentó junto a sus padres ante la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de Uriondo para reportar el hecho que había ocurrido el 13 dentro de su unidad educativa.

Esa unidad notificó a la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) y la Fiscalía para la apertura de un proceso penal. 

De acuerdo a la fiscal asignada al caso, Jeannethe Rodríguez, y los archivos policiales, la declaración de la víctima indicaba que el día señalado había ingresado al curso en busca de su profesor para pedirle el favor de que le imprima unas recetas.

Aprovechando que estaban a solas durante el descanso, el sindicado primero la intimidó verbalmente con frases como: “Desde que eres mamá estás más bonita”. Luego se acercó y tocó a la fuerza, ella trató de apartarse, pero él fue más allá y trató de besarla. En ese instante ingresó un compañero de curso que intervino en defensa de la menor.

Con la apertura de la causa, la Fiscalía emitió una orden de aprehensión y la FELCV lo capturó días después. Desde su audiencia cautelar instalada el 21 de noviembre se dictó su detención preventiva en Morros Blancos, donde ahora deberá cumplir su condena.

La fiscal departamental, Sandra Gutiérrez, también se refirió a este caso refiriendo que durante la etapa preparatoria se recolectaron otros elementos, como el certificado forense y la toma de declaraciones testificales que demostraron que el ex maestro de Religión había cometido el delito de abuso sexual con el agravante de que la víctima fue una menor de edad./El País