El Control Social del Transporte en La Paz denunció que la mala calidad del combustible distribuido en el país está afectando de manera directa a los choferes, quienes aseguran que más de 300 vehículos de sindicatos y federaciones ya sufrieron daños mecánicos.

Franz Porto, representante de la organización, explicó que los problemas se reflejan en motores, bombas de gasolina y varillas, lo que obliga a los transportistas a asumir gastos de reparación que oscilan entre 5.000 y 10.000 bolivianos por vehículo.

 “Nosotros trabajamos con banco, tenemos familias que mantener y no podemos generar ingresos porque nuestras movilidades se han arruinado gracias a la mala calidad del combustible que estamos recibiendo”, afirmó.

Porto relató que los choferes perciben diferencias visibles en la gasolina que adquieren. “Antes el combustible venía con un color verduzco claro, pero ahora aparece como agua de sultana, con residuos que parecen alquitrán. Eso se queda pegado en las varillas y va doblando las piezas, el motor pierde fuerza y termina dañado”, sostuvo.

El dirigente agregó que ya presentaron al menos cuatro notas a las autoridades de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), pero hasta ahora no recibieron respuestas. Ante la falta de atención, los transportistas decidieron movilizarse en las puertas de la institución, donde esperan que se les ofrezca una solución concreta.

“Queremos que nos reconozcan estos gastos extras, porque no es justo que el transporte cargue con un costo que no le corresponde”, indicó Porto, advirtiendo que, de no obtener una respuesta favorable, no descartan un paro general del sector. /El Deber