La escasez de combustibles en Bolivia ha generado largas filas en las estaciones de servicio y preocupación en la población. Armin Dorgathen, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), explicó que la causa principal de esta crisis es la falta de divisas, una situación que, según él, ha sido provocada por el bloqueo de créditos en el Legislativo.

Dorgathen aclaró que no se trata de una falta de recursos económicos en el país, sino de un problema de flujo de dólares. Explicó que Bolivia obtiene divisas a través de exportaciones y créditos internacionales, y que las principales salidas de estas divisas son la compra de combustibles y el pago de deudas.

“Históricamente, Bolivia ha cubierto sus créditos con otros créditos, como lo hacen la mayoría de los países. Sin embargo, en los últimos dos años hemos pagado más de lo que hemos recibido, y la falta de aprobación de nuevos créditos ha generado un estrangulamiento financiero”, afirmó en declaraciones a radio Panamericana.

Reveló que “este mes se tenía una fuerte cantidad de créditos que pagar” y al cumplir con esas obligaciones hubo problemas de liquidez.

“Este mes no ingresó nada por créditos. Entonces los gastos de todos los dólares se fueron a cubrir eso. ¿Por qué es importante cubrir eso? Porque si no cubrimos eso, en el futuro los organismos internacionales no te van a dar dólares tampoco. Por eso es importante cubrir esos créditos”, subrayó.

Al 31 de marzo de 2024, la deuda externa de Bolivia era de $us 13.377 millones. Esto representa un 86,2% de los préstamos privados, bilaterales y multilaterales, de acuerdo un reciente reporte del Banco Central de Bolivia. En ese contexto, el gobierno de Luis Arce le reclama a la Asamblea Legislativa la validación de créditos internacionales por $us 1.600 millones.

Desde hace varios días las empresas que están a cargo del transporte de combustible de proveedores que están en Argentina o Paraguay informaron que la falta de estas divisas ha frenado la provisión de combustible. El presidente de la petrolera boliviana admitió esa realidad.

“Lo que no hay es disponibilidad de las divisas norteamericanas, del dólar, para hacer el pago, el intercambio del dinero por el combustible (…). Entonces ellos dan la orden en el momento que nosotros hacemos el pago. Entonces nosotros, en cuanto hagamos el pago, esas cisternas van a descargar”, reveló Dorgathen

En todo caso, el presidente de YPFB señaló que la solución más rápida a la crisis sería la aprobación de créditos en la Asamblea. “Si hoy mismo se aprobara un crédito, el combustible estaría en las estaciones de servicio de inmediato, ya que hemos gestionado la llegada de cisternas que solo esperan el pago para descargar”, sostuvo.

“Pero tenemos un plan, y estamos trabajando, el Ejecutivo está trabajando en un plan para pasar esta coyuntura, para pasar este bache de divisas, y no tener este problema de divisas en el futuro. Están trabajando en un plan, que los próximos días, en las próximas semanas ya lo vamos a tener, lo vamos a ejecutar, y ya no vamos a tener este problema”, apuntó la autoridad.

Dijo que Mientras tanto, YPFB ha logrado mantener un suministro parcial gracias a importaciones desde Perú y al uso de reservas en Arica, aunque con limitaciones logísticas. En ese contexto garantizó la provisión de combustibles, pero solo para el 60% de la demanda.

El Presupuesto General del Estado para 2025 prevé $us 2.900 millones para la importación de combustible, lo que equivale a un gasto de $us 56 millones, un monto que puede incrementarse por efecto de las oscilaciones de los mercados internacionales.

El Estado boliviano importa el 86% del diésel y el 54% de la gasolina que consume. Pero, el país no solo importa el combustible, también lo subvenciona y lo vende por debajo del promedio regional. El litro de ambos carburantes está por debajo de un dólar por litro.

El gobierno de Luis Arce intentó levantar la subvención a través de un referéndum, pero la propuesta fracaso y fue rechazada por el Tribunal Constitucional. En 2010, el gobierno de Evo Morales intentó levantar la subvención, pero la medida fue respondida por una ola de protestas que le obligó a Evo Morales —entonces en el poder— a retroceder.

Para paliar esta situación la YPFB ofreció importar los carburantes como intermediario del sector minero y agrícola, para venderlo a precio internacional.

A mediano y largo plazo, la solución estructural a la dependencia del diésel importado es la producción nacional de biocombustibles. “Ya inauguramos la primera planta de biodiésel, que nos permite dejar de importar un 5% del diésel. Con la segunda, llegaremos al 10% y, para 2026, con la planta de diésel HVO (Aceite Vegetal Hidrotratado) en funcionamiento, podremos sustituir entre el 60 y 80% de las importaciones de diésel”, aseguró Dorgathen.

Asimismo, destacó la importancia de incrementar la producción nacional de hidrocarburos, mencionando proyectos como el campo Mayaya, que —según dijo— fue catalogado como uno de los 10 descubrimientos más importantes del mundo en 2024. “Estos proyectos permitirán reducir la dependencia del dólar en el sector energético y garantizar el suministro a largo plazo”, apostilló. /El Deber