El precio de la coca se dispara, lo atribuyen a la falta de diésel


La hoja de coca, símbolo cultural ancestral y cultivo característico de Bolivia, atraviesa un momento inusual, su precio ha alcanzado niveles récord. En los mercados de Tarija, una libra de hoja de coca mediana que antes costaba 60 bolivianos ahora supera los Bs 90, y la de mayor calidad puede llegar hasta Bs 115. Las medidas más pequeñas, que antes se vendían en Bs 5, hoy alcanzan los Bs 7. ¿A qué se debe este incremento? Las versiones difieren entre comerciantes, productores y autoridades gubernamentales.
La versión del Gobierno
El viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Jaime Mamani, la semana pasada señaló que el aumento en el precio de la coca es un efecto directo de las labores de erradicación de cultivos excedentarios, especialmente en zonas no autorizadas.
Según datos de Mamani, el precio de la carga de 100 libras (también conocida como un “tacho”) habría alcanzado los Bs 5.000, es decir, Bs 50 por libra, lo que consideró “un precio justo” y que devuelve rentabilidad al productor legal.
La autoridad mencionó que cuando asumieron el Gobierno, el precio de la hoja de coca estaba por los suelos, en Bs 600 la carga. Pero asegura que por el trabajo de racionalización y erradicación en zonas no autorizadas, se estabilizó el mercado legal.
El Viceministerio enfatiza que estas medidas se realizan de forma concertada con las comunidades cocaleras, con el fin de evitar conflictos y sin dañar el tejido social. Para el Gobierno, la sobreproducción de coca es perjudicial tanto para los ingresos del productor como para el control del narcotráfico.
Los comerciantes discrepan
En el Mercado Campesino de Tarija, los comerciantes de coca señalan que ellos viajan hasta La Paz a traer su producto. Hacen énfasis que la hoja de coca preferida, es la que se produce en la zona de los Yungas.
Los comerciantes afirman que el precio de la carga de 100 libras oscila entre Bs 3.400 y Bs 3.800 para la coca mediana, mientras que la especial puede alcanzar los Bs 4.200. La “chimi” o coca de segunda mano, tiene un costo de Bs 2.800. Estos datos contrastan con los reportados por el Gobierno.
Carburantes Los comerciantes sostienen que la escasez de carburantes ha encarecido los costos logísticos, especialmente el transporte desde los Yungas
“Sí ha subido el precio, pero no como dice el Viceministro. No ha llegado a 5.000 bolivianos. Lo que pasa es que hay menos coca en circulación y también ha subido el transporte por la falta de diésel”, explica una vendedora con más de 15 años en el rubro.
Los comerciantes sostienen que la escasez de carburantes ha encarecido los costos logísticos, especialmente el transporte desde los Yungas hasta los centros de abasto. Este factor, sumado a una menor oferta, estaría presionando los precios al alza en los mercados urbanos.
La mayoría de la coca que se comercializa legalmente en Bolivia proviene de los Yungas de La Paz, considerada de alta calidad y destinada principalmente al “boleo” tradicional. Por otro lado, la coca cultivada en el Trópico de Cochabamba —aunque no ilegal per se— es cuestionada por su destino final, según coinciden vendedores y analistas.
“La del Trópico se va a otros fines, eso todos lo saben”, dice en voz baja un comerciante, sin querer referirse explícitamente al narcotráfico.
Producción estable
El más reciente Informe Mundial sobre Drogas 2025, elaborado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), reporta que Bolivia mantiene una superficie estable de 31.000 hectáreas de cultivos de coca, representando alrededor del 8 % del total mundial.
Aunque no se han detectado aumentos importantes, sí se alerta sobre varios desafíos: Persistencia de cultivos en parques nacionales y áreas protegidas; limitada capacidad de erradicación en zonas conflictivas; y tensión social en regiones productoras.
El informe destaca que en 2023 se erradicaron 10.302 hectáreas de coca, apenas un 0,4 % más que en 2022. De ellas, más de mil se encontraban dentro de áreas de conservación ecológica, como los parques Carrasco, Madidi, Amboró y Apolobamba.
A nivel regional, la producción de cocaína batió récords con un incremento del 34% global. Aunque Bolivia no es el principal impulsor de este crecimiento, la ONU advierte que los controles actuales no son suficientes para contener el avance del narcotráfico en el Cono Sur.
Cabe señalar que la hoja de coca sigue siendo, legalmente y culturalmente, un símbolo de identidad boliviana. Amparado por la Constitución Política del Estado y la Ley General de la Coca, el país ha solicitado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una revisión sobre su clasificación internacional. El objetivo es diferenciar la coca de la cocaína y legitimar su uso tradicional.
Bolivia ocupa el tercer lugar en producción de coca
Los tres países principales que cultivan coca son Colombia, Perú y Bolivia. Estas naciones andinas son conocidas por su producción de coca, que se utiliza tanto para usos tradicionales como para la producción ilícita de cocaína.
Bolivia ocupa el tercer lugar mundial en superficie de cultivo de coca. El país mantiene su política de “coca sí, cocaína no”. No obstante, la comunidad internacional exige mayor rigurosidad en la erradicación de cultivos excedentarios y el fortalecimiento de programas de desarrollo alternativo para las comunidades cocaleras. También preocupan los daños ambientales asociados a la deforestación y los reportes de corrupción en las fuerzas antidrogas./El País
