Fundación Jubileo alerta sobre pobreza oculta y crisis estructural: “Con Bs 100 ya no alcanza para alimentarse”.


El billete de Bs 100 ha perdido su poder frente a la realidad de los mercados. Las familias de bajos ingresos ya no logran cubrir sus necesidades alimentarias básicas y, según la Fundación Jubileo, esta situación solo podría empeorar si no se adoptan medidas estructurales urgentes.
Carla Cordero, economista e investigadora de la Fundación Jubileo, sostiene que Bolivia atraviesa una crisis multidimensional —económica, social, política, energética e institucional— que impacta directamente en el bienestar de la población. “Estamos viendo una inflación acumulada de alimentos que supera el 20% hasta junio, mientras los ingresos se mantienen estancados”, explicó en entrevista con el programa Wara.
El rostro de la pobreza
Cordero cuestiona las estadísticas oficiales del INE, que señalan que 36 de cada 100 bolivianos viven en pobreza moderada y 12 en pobreza extrema. Según Jubileo, al ajustar estas cifras a la inflación real, la pobreza alcanzaría al 44% y la extrema al 18%, lo que revela la existencia de “pobres ocultos”.
“Se calcula que una persona necesita Bs 468 al mes para cubrir su canasta básica de alimentos. Eso significa vivir con Bs 15 por día, es decir, cinco bolivianos por comida. Hoy eso es insostenible”, subrayó.
Para la Fundación Jubileo, las acciones del Gobierno —como el control de precios o la lucha contra el contrabando— son insuficientes y de corto alcance. El origen del problema es estructural: escasez de dólares, caída de las reservas internacionales, desabastecimiento de combustibles y abandono del agro.
“El productor rural no puede sembrar, cosechar ni transportar por falta de gasolina. Esto encarece los alimentos y reduce la oferta interna, mientras que muchos prefieren vender en el exterior porque el tipo de cambio paralelo les resulta más conveniente”, denunció Cordero.
El 60% de los alimentos viene del campo
Jubileo recuerda que el 60% de los alimentos que llegan a las ciudades proviene de pequeños productores rurales, quienes aún trabajan con métodos ecológicos, sin transgénicos ni agrotóxicos. “Estos agricultores son los verdaderos sostenes de la alimentación en Bolivia, y hoy enfrentan un abandono preocupante”, alertó la economista.
Por eso, propone apoyo con créditos flexibles, infraestructura rural y garantía de abastecimiento de diésel y agroquímicos, especialmente en zonas de alta producción como el altiplano y los valles.
Elecciones y promesas: la necesidad de respuestas concretas
En el contexto electoral, la Fundación cuestiona que las principales propuestas de los candidatos giren en torno a la gran agroindustria, dejando de lado a los sectores que realmente alimentan al país. “Hay mucho discurso general y poca propuesta concreta para el pequeño productor”, reclamó.
También expresó preocupación por las ideas de liberar irrestrictamente las exportaciones o implementar transgénicos, ya que podrían poner en desventaja al sector más vulnerable del agro boliviano.
