Dentro del mundo del fútbol existen cientos de historias de jugadores que llegaron, pero la de Sebastián Marset es sin dudas una de las más increíbles de todas. El uruguayo, actualmente prófugo de la justicia, es un narcotraficante acusado de lavado de dinero para financiar su carrera como profesional, donde se dio el gusto de formar parte de dos equipos.
Marset es un uruguayo buscado intensamente por Interpol desde 2022, cuando se activó la circular roja en su contra por estar acusado de lavado de dinero de millones de dólares provenientes de sus vínculos con el narcotráfico. La misma incluye negocios como la administración de concesionarios de automóviles de lujo y equipos de fútbol profesional, siendo este último en el que más se hizo visible a pesar de tener orden de captura internacional.
En el año 2021, Deportivo Capiatá tuvo la curiosa llegada de un hombre de 31 años a su plantel profesional que era totalmente desconocido en Paraguay como en el resto del mundo futbolero, y ese era Sebastián Marset. Apareció en un Lamborghini color plata y rápidamente tomó la camiseta número 10 del equipo.
Como era de esperarse, su nivel estaba muy lejos del de sus compañeros profesionales pero así y todo el entrenador Jorge Núñez lo incluía dentro del once inicial por una sencilla razón: Marset había pagado para ser parte de Capiatá pero además le pagaba el sueldo al resto del plantel como así también a otros empleados del club.
Su enorme inyección de dinero hizo que siguiera jugando a pesar de los reclamos de sus propios compañeros, quienes llegaron a pedirle al DT que «por favor no lo ponga más». De hecho, fue protagonista en el descenso de Capiatá a Tercera División por errar un penal que desvió varios metros por encima del travesaño.
Al ser buscado por diversos grupos policiales, su libertad corría peligro y un día no se presentó a los entrenamientos, aunque esto no llamó la atención de nadie porque solía ausentarse, pero desde ese momento nadie supo nada más de él y nunca volvió a aparecer en Paraguay.
El tener que haberse escapado no hizo que frenara su ‘carrera profesional’, y en el año 2023 Marset volvió a aparecer dentro de un campo de juego, esta vez en el Los Leones El Torno FC de Bolivia. El uruguayo implementó la misma fórmula que en Capiatá: inyectar una enorme cantidad de dinero dentro de la institución a cambio de formar parte del plantel.
Bajo el nombre de Luis Amorím, Marset disputó varios partidos con el club que militaba en la liga del departamento de Santa Cruz, pero en esta ocasión no usó la número 10, si no que optó por la 23 para hacerle honor a su gran ídolo dentro del fútbol, David Beckham.
Sin embargo, al igual que en Paraguay, el narco desapareció de un día para el otro y nadie supo su paradero, pero la diferencia estuvo en las consecuencias que sufrió el club que lo albergó. La Asociación Cruceña de Fútbol (AFC), ente organizador de la liga de Santa Cruz, suspendió a Los Leones El Torno «por mala inclusión y legalidad de sus futbolistas».
Actualmente, Marset sigue prófugo y se desconoce su paradero, e incluso existe la posibilidad de que esté refugiado en Dubai, ya que hace en 2024 capturaron a García Troche, acusada de ser su mano derecha, en el aeropuerto de Madrid con un billete de avión hacia la ciudad de Emiratos Árabes./El Deber