Un nuevo feminicidio sacude al departamento de La Paz. Una mujer de 22 años, identificada como Eulalia M., fue encontrada sin vida y con signos de estrangulamiento en la comunidad de Ajoya, municipio de Calamarca. El principal acusado del crimen es su expareja, quien habría cometido el asesinato para evitar pagar una deuda de asistencia familiar de más de 30 mil bolivianos.

La víctima, madre de dos hijos pequeños, fue hallada muerta por su propia progenitora en una vivienda próxima a la carretera La Paz–Oruro. Según la autopsia forense, la causa de muerte fue asfixia mecánica por estrangulación manual, y se presume que Eulalia fue vejada antes de ser asesinada.

El fiscal departamental de La Paz, Luis Carlos Torrez, confirmó que la joven había interpuesto una demanda por asistencia familiar en contra de su expareja. Había solicitado al juzgado de Sica Sica la liquidación de Bs. 30.600 y la emisión de un mandamiento de aprehensión. “Todo apunta a que este proceso legal fue el móvil del crimen”, declaró.

Testigos relataron que la última vez que vieron a Eulalia con vida fue durante una fiesta patronal, donde discutía acaloradamente con el acusado, de 26 años, ahora bajo custodia policial tras varias horas prófugo. La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), a cargo del coronel Mirko Sokol, lidera la investigación junto al Ministerio Público.

Además del presunto feminicida, han sido aprehendidos sus dos hermanos, César P.CH. y Octavio P.CH., de 37 y 43 años, por contradicciones en sus declaraciones y presunta complicidad en el hecho.

El caso, que ha generado indignación pública, se investiga como feminicidio, un delito que tiene la pena máxima de 30 años de prisión sin derecho a indulto./El Deber