Finalmente, el juez Jorge Peceda decidió por la deportación del exministro Arturo Murillo y la orden tardó casi cinco semanas en conocerse. Por el momento se desconoce si será deportado hacia Bolivia que es su país de origen o hacia un tercer país, que era su pedido porque supuestamente su vida corre peligro en Bolivia.

“Eso es un tema particular, una decisión del gobierno de Estados Unidos de deportarlo, por parte del Estado boliviano todas las entidades hemos coadyuvado, inclusive remitido documentación donde este ciudadano tiene más de ocho procesos judiciales, dos de ellos con sentencia condenatoria”, declaró hace una semana el procurador general, Ricardo Condori, cuando se hablaba del caso del exministro.

Según el abogado Tomas Becker, que es uno de los profesionales que asesora a las víctimas de Octubre y hace seguimiento del caso de Murillo, el caso del exministro fue reservado porque los trámites de deportación o asilo se tratan de ese modo y es aplicado por las autoridades judiciales, que no dejan ingresar a las audiencias decisorias.

El Gobierno boliviano solicitó la deportación de Murillo mostrando las pruebas de los ilícitos que cometió en el país; pero esas pruebas debían ser valoradas por el juez Peceda, antes de tomar una decisión.

En mayo de 2021 el exministro fue arrestado en Miami y condenado a cinco años de prisión acusado de lavado de dinero; por mecanismos carcelarios de EEUU el exministro quedó libre en junio de este año, mientras el gobierno boliviano tramitaba su extradición. El martes 29 de julio compareció ante el juez Jorge Peceda.

Becker dijo que si la persona deportada puede probar que su vida corre peligro en su país de origen puede ser deportado a un tercer país y se debe hablar con el país al que será deportado; hasta el momento no se conoce si Murillo será embarcado rumbo a Bolivia o accedió a ir a otra nación. / EL DEBER