El hogar Luz Esperanza, que brinda refugio a niños y adultos mayores que padecen cáncer, fue víctima de un violento robo en el barrio Constructor. Los delincuentes aprovecharon la ausencia temporal de la cuidadora para ingresar al inmueble y llevarse varios objetos de primera necesidad.

Los antisociales violentaron las ventanas y se llevaron la cocina, una heladera, una garrafa y las sillas de los niños que eran utilizadas en la sala común. El hecho dejó consternada a Blanca Esquices, responsable del lugar, quien lamentó que los pacientes ahora queden sin condiciones mínimas para descansar y alimentarse.

“Los niños vivían aquí, incluso por dos o tres años mientras realizaban sus quimioterapias. El albergue ayudó de gran manera para que no tengan que pagar alquiler, aquí podían tomarse su tecito. También recibíamos adultos mayores de las provincias”, relató Esquices.

El hogar Luz Esperanza da cobijo a pacientes que llegan desde municipios como Villamontes, Bermejo y Yacuiba, quienes encuentran en este espacio un alivio durante sus tratamientos en la ciudad. Aunque no contaban con dinero, el lugar estaba equipado con lo básico para la estadía de los enfermos, objetos que ahora fueron sustraídos.

La denuncia fue presentada a la Policía, sin embargo, los vecinos reclaman que los efectivos demoraron en acudir al lugar. A ello se suma la falta de iluminación en la zona, que permanece aislada y en condiciones de abandono, lo que facilita hechos delictivos.

El robo ha dejado en la incertidumbre a las familias que dependen de este albergue, que hoy enfrenta la difícil tarea de volver a equiparse para seguir brindando apoyo a quienes más lo necesitan./El País