Esa Bolivia persistente
No es inusual, aunque evidentemente se acentúa en periodos de crisis, escuchar que Bolivia es un país “inventado”, “inviable” o proclive a ser un Estado “fallido”. Son conceptos íntimamente relacionados con la falta de autoestima que, por diversos motivos, hemos desarrollado a lo largo de nuestra historia republicana. Salen de esa corriente histórica de pensamiento que Arguedas expresó, en su momento culminante, con su Pueblo enfermo y fueron alimentadas por esta otra, tan bien expresada en la obra La dramática insurgencia de Bolivia, del mediocre Charles Arnade (pésimo historiador, buen publicista), en la que se sostenía que el país es una suerte de producto emergente de la acción de un grupo de oportunistas y traidores: “los doctorcitos de Charcas”.




