El exministro de Hidrocarburos, Víctor Hugo Zamora, retornó este martes a Tarija tras permanecer cinco años en el exterior, donde —según afirmó— vivió exiliado por una “persecución política” atribuida al Movimiento al Socialismo (MAS). Zamora llegó para realizar su apersonamiento ante la justicia y enfrentar los procesos que aún siguen abiertos en su contra.

“Vengo a presentarme. Voy a hablar cuando existan condiciones para decir la verdad de lo que ocurrió, en el momento en el que se nos acusó de tantas cosas”, declaró en su primera aparición pública en el departamento.

Zamora aseguró que durante estos años fue objeto de una decena de procesos judiciales, los cuales —según afirmó— “fueron armados” durante la gestión del presidente Luis Arce. “Nueve de los diez procesos ya están extintos. Solo queda pendiente el caso de la paralización de la planta de urea”, explicó.

Sobre ese proceso, señaló que la planta fue paralizada ocho veces durante el gobierno del MAS y que, tras la salida de Evo Morales en 2019, los bloqueos en Cochabamba —atribuibles a sectores afines al expresidente— ocasionaron nuevamente la suspensión de operaciones. “Cuando retomaron el poder cambiaron la narrativa y nosotros pasamos a ser los acusados. Buscan cambiar la historia y perseguir a quienes pensamos diferente”, sostuvo.

Relato del exilio

Zamora recordó que salió de Bolivia el 20 de noviembre de 2020 y que inicialmente se refugió en la frontera con Brasil. Sin embargo, aseguró que por información de la Policía Federal brasileña debió trasladarse a otra zona porque —según su versión— existían intentos de vincularlo falsamente con actividades de narcotráfico.

“Nos dijeron que estaban intentando coordinar con gente vinculada al narcotráfico para denunciarnos. Los federales nos pidieron adentrarnos más en Brasil”, relató, agregando que durante ese periodo vivió situaciones difíciles. “No la pasamos muy bien, pero gracias a Dios no me faltó comida ni techo”.

Zamora también señaló que su domicilio familiar en Tarija fue allanado en múltiples ocasiones, lo que afectó a sus seres queridos. “Han allanado una decena de veces la casa de mi familia”, lamentó.

Pese al retorno, insistió en que no busca privilegios ni beneficios judiciales: “No pedimos impunidad, solo justicia. Vamos a defendernos en libertad”.

Apuestas personales y políticas

El exministro afirmó que todavía pertenece a la agrupación UNIR, pero aclaró que por ahora su prioridad no es la actividad política: “La política ha sido parte de mi vida, pero primero me voy a defender por este caso”.

También reveló que durante su estadía en Brasil trabajó en distintos oficios, incluso como chofer, para sostenerse mientras esperaba condiciones para regresar.

Al cierre de su declaración, expresó gratitud hacia su familia y su equipo legal. “Agradezco a Dios, a mi esposa, a mi madre, a mis hijos y a mi abogado. Estos cinco años de destierro fueron duros, pero logramos soportarlos”, dijo./Correo del Sur