YPFB promete más diésel mientras el transporte amenaza con bloquear


En medio de los reclamos de transportistas y gremios afectados por la escasez de diésel, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció un refuerzo en las importaciones para garantizar la cobertura del mercado interno.
El director de Comercialización e Importación de Hidrocarburos de YPFB, Marcos Eduardo Durán, informó que en los primeros días de septiembre se descargarán al menos dos buques en el puerto de Arica, Chile. “Nuestro punto de entrega principal es Arica, es el de mayor volumen y el más económico que tenemos. Tenemos una ventana para la fecha del 7 al 13 de septiembre”, explicó en entrevista con Bolivia Tv.
El primer cargamento, previsto para el domingo 7 de septiembre, traerá 45 millones de litros de combustible. Tres días después, se estima el arribo de un segundo buque con volúmenes adicionales. “Esto nos da la seguridad de poder incrementar los volúmenes en lo que es el diésel, especialmente en función de la sobredemanda que enfrentamos”, señaló Durán.
El ejecutivo recalcó que el suministro de gasolina se mantiene estable, pero que en el caso del diésel la presión de la demanda obliga a realizar esfuerzos extraordinarios de importación. “El Estado boliviano está haciendo su máximo esfuerzo”, aseguró.
Durán también apuntó a factores políticos y económicos que dificultan la cobertura plena de la demanda. Lamentó que la Asamblea Legislativa no apruebe créditos externos que permitirían mayor disponibilidad de dólares para la importación de carburantes.
Asimismo, recordó que los precios de los combustibles en Bolivia se mantienen subvencionados, en particular el diésel, cuyo valor está muy por debajo del registrado en la mayoría de los países de la región. “Eso incrementa la presión sobre el mercado interno”, remarcó.
Reclamos
Con la llegada de estos nuevos cargamentos, YPFB busca contener la escalada de protestas de sindicatos del transporte, como el de los volqueteros de Cochabamba, que denuncian que sus afiliados pasan hasta cinco días en filas para abastecerse y que amenazan con paros y bloqueos si no se garantiza el suministro.
Los reclamos no solo llevan de Cochabamba, el transporte pesado de Concepción se declaró en emergencia este domingo y bloqueó el surtidor antiguo de esa localidad, en reclamo por la escasez y presuntas irregularidades en el despacho.
Según los dirigentes, cada vez que llega combustible al surtidor apenas alcanza para abastecer entre ocho y diez camiones antes de cortarse el servicio de manera repentina. “Queremos que nos demuestren si realmente se acabó el diésel. Si no, que nos entreguen lo que nos corresponde. Nuestros camiones están parados en boca de tanque”, manifestó uno de los transportistas afectados.
Los conductores también denuncian autorizaciones especiales para terceros, lo que —aseguran— perjudica directamente al sector tronquero. “Algunos cargan de madrugada o en la noche y a nosotros nos cortan. La emergencia la tenemos todos, porque necesitamos el diésel para trabajar, no para revender”, expresó otro dirigente. /El Deber
